Cómo cuidar plantas de interior

Uno de los elementos esenciales en toda decoración interior es, sin duda, las plantas. Ya hablemos de la estancia de una vivienda como de una oficina, despacho, local comercial o espacio gastronómico, una buena elección de plantas de interior es básica para aportar ese plus de naturaleza que tanto gusta, además de mejorar la calidad del aire.

Al igual que las plantas de exterior, para que nuestras plantas de interior luzcan fuertes y sanas debemos conocer cuáles son sus necesidades y proporcionarles sus correspondientes atenciones.

Consejos para el cuidado de plantas de interior

  • Luminosidad correcta

Uno de los principales problemas que solemos tener con las plantas de interior es la luz. En función de la planta necesitará más o menos luz, pero como norma general cualquier planta de interior deberá colocarse cerca de un punto de luz indirecta (ventana, balcón, galería, …) que les aporte la energía suficiente como para realizar la fotosíntesis.

Si tienes una planta de interior y empiezas a ver que sus hojas se vuelven amarillentas, prueba  cambiarla de ubicación y colócala en un sitio con más luminosidad ¡A ver si así logras salvarla!

  • Agua en su justa medida

A diferencia que las plantas de exterior, las plantas de interior no necesitan un riego tan frecuente, pero eso no significa que debemos olvidarnos de ofrecerles el agua que necesitan.

Lo más importante es que tu planta tenga la cantidad de agua adecuada. En la mayoría de casos con mantener la tierra húmeda (sin encharcarla) es suficiente. Sobretodo no la riegues si observas que la tierra está suficientemente humedecida, de lo contrario tendrá un exceso de agua y no sobrevivirá.

  • Humedad ambiental

Una parte importante de las plantas de interior más populares tienen origen tropical, con lo que es fácil deducir que les gustan los climas con índices de humedad elevados.

Es normal que en nuestras casas u oficinas no podamos reproducir este tipo de clima, pero pulverizando frecuentemente sus hojas con un poco de agua (si tocar las flores) lograremos aportarle ese extra de humedad que anhela.

  • Temperatura adecuada

A nosotros la calefacción y el aire acondicionado nos aportan comodidad, pero a nuestras plantas de interior no tanto. Normalmente, ellas se sienten cómodas con una temperatura entre los 15 y 25ºC y aceptan variaciones, pero los cambios pronunciados no los afrontan bien.

En base a ello, lo aconsejable es alejar las plantas de interior de puntos de exceso de calor o de frío, para intentar así mantener una temperatura más o menos regular para ellas.

  • Cambios de maceta y abono

El primer cambio de maceta que haremos a una planta de interior será en el momento de adquisición. Cuando compramos la planta lo más recomendable es que le cambiemos la maceta por una más adecuada y le pongamos el sustrato que necesita para crecer.

Posteriormente, excepto en algunos casos concretos, deberemos ir cambiando la maceta acorde al crecimiento de la planta, para facilitar que las raíces se expandan y no se queden enrolladas en la maceta hasta quedarse sin aire.

En cuanto al abono, dependerá del tipo de planta, pero deberemos ser conscientes de que, como cualquier otra planta de exterior, debemos proporciónale el abono necesario para que no le falten nutrientes tanto en la época de crecimiento como en la de floración.

Si te interesa conocer más profundamente cómo cuidar tus plantas de interior, te invitamos a participar en nuestro taller específicamente pensado para ello: 

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